jueves, 4 de marzo de 2010

Artémides Zatti: El Enfermero Santo de la Patagonia


Hubo una vez, en Viedma (Capital de la Provincia de Río Negro en la Patagonia Argentina), un enfermero que durante casi 50 años no hizo, aparentemente, nada de extraordinario.
Había nacido en Italia (en un pueblo de la provincia Reggio Emilia, llamado Boretto) el 12 de octubre de 1880; y junto con sus padres y sus siete hermanos emigró a la Argentina, en busca de mejores horizontes, en febrero de 1897. Sus padres, Albina Vecchi y Luis Zatti, se instalaron enseguida en Bahía Blanca, en donde los había esperado su tío Juan, venido antes que ellos también de Boretto. Él los había entusiasmado a llegarse a estas tierras y les había adelantado el dinero del viaje en barco.
El joven Artémides, permaneció primero tres años en Bahía Blanca, en donde conoció a los salesianos a cargo de la parroquia de la Merced. Después de contraer en el aspirantazo salesiano de Bernal la enfermedad – entonces incurable – de la tuberculosis y de curarse milagrosamente en Viedma debido a los cuidados del Padre “dotor” Evasio Garrone y, sobre todo, debido a una promesa que hiciera a la virgen María, el joven Artémides Zatti decide dedicar su vida al cuidado de los enfermos, allí en Viedma, como Salesiano Coadjutor.
Recuperada la salud y fiel a la promesa realizada a la Madre de Dios, Zatti permanecerá más de 40 años en Viedma, en el Hospital San José, como responsable del mismo, durante las cuatro primeras décadas del siglo XX.
El Hospital San José fue su permanente domicilio y el motor y la palestra de su heroico apostolado al servicio de los enfermos y de los pobres de Viedma, Patagones y toda la Patagonia. Practicó las virtudes cristianas en grado heroico, sobre todo una confianza ilimitada a la divina Providencia y el amor a Dios y a los hermanos más humildes y necesitados. Falleció el 15 de marzo de 1951.

martes, 2 de marzo de 2010

Cuaresma: conversión y fe


La Iglesia se une, como cada año, al Misterio de Cristo en el desierto al inicio de su vida pública (CATIC 540). Como Pueblo de Dios releemos y revivimos todos estos acontecimientos de la historia de la salvación en el “hoy de la liturgia. Esto exige que los fieles nos abramos a la inteligencia “espiritual de la economía de la salvación, tal como la Liturgia nos la manifiesta y nos la hace vivir (CATIC 1095).
Los tiempos y los días de penitencia a lo largo del año litúrgico son momentos fuertes de la práctica penitencial de la Iglesia. Son tiempos particularmente apropiados para ejercicios espirituales, las liturgias penitenciales, las peregrinaciones como signo de penitencia, las privaciones voluntarias como el ayuno, y, sobre todo, las obras caritativas y misioneras (CATIC 1438).
El proceso de conversión y penitencia fue descrito en forma maravillosa por Jesús en la parábola “del hijo pródigo” (Lc. 15, 11-24); sólo el corazón de Cristo, que conoce las profundidades del amor del Padre, pudo revelarnos su misericordia de una manera tan simple y bella (CATIC 1439).

El Salesiano Cooperador

Yá salió el número de Marzo de nuestro boletín con cosas lindas para leer. Este mes: Cuaresma, Don Zatti, Don Rúa y Don Bosco educador. Algunas de las notas las compartiremos por este medio. Esperamos les guste.