Cooperador
Salesiano y dirigente de la Acción Católica italiana, abogado, economista y
sociólogo, pionero de la sociología económica. Padre de siete hijos, intervino
en la elaboración de la Rerum Novarum, precursor del magisterio social de la
Iglesia y profesor de economía política
en las Universidades de Padua, Venecia, Módena y Pisa. Es príncipe de los sociólogos
católicos.
“Fundador
de las Semanas sociales de los católicos italianos, con razón considerado el
precursor del magisterio social de la Iglesia, desde la Rerum novarum y la
Quadragesimo anno hasta la Caritas in veritate.” (L’Osserevatore Romano, 28/4/2012, p. 8).
Un día
de mayo de 1887 Don Bosco se encontró en la casa episcopal de Pisa con Giuseppe
Toniolo: El educador de los hijos del pueblo con el defensor de los derechos de
los humildes. Cuando Don Bosco supo que enseñaba economía política en la
universidad, bromeando le dijo:” Venga y enséñeme un poco de economía que la
necesito”, esta frase bromista le agradó a Toniolo. Se hicieron muy amigos y
apoyó la idea del Obispo para que Don Bosco enviara a Pisa los salesianos que
llegaría hasta después de su muerte en el Rectorado de Don Rua. Solicitó y se
inscribió en La Pía Sociedad de los Cooperadores (Bollettino Salesiano, settembre 1962).
Hijo
de un ingeniero, nacido en Treviso el 7 de marzo 1845 ya desde pequeño se
aficionó a la lectura de libros de los nacionalistas Gioberti y Balbo. El joven
Giusseppe se graduó en Derecho en Padua en 1867 y se especializó en sociología
económica, fue profesor en Padua, Venecia,
Módena y desde 1879, en la Universidad Pública de Pisa. Allí, consiguió por
su carácter hacerse con el cariño de los alumnos y de sus compañeros. La Italia
de entonces era la de la unificación liberal, que había enajenado al Papa sus
estados. Sin embargo, nunca fue óbice para él, el ser un profesor fiel al
Estado italiano, siempre que pudiese seguir siendo creyente de la Iglesia. Allí
fue profesor hasta su muerte.
Toniolo
pensó que su catolicismo le llevaría a ser sacerdote, sin embargo, en 1878, se
casa con María Schiratti, con quien tiene siete hijos. Su familia fue una
experiencia de rica ternura y oración, donde a sus hijos les explicaba la
grandeza de Dios con ejemplos de la naturaleza y de la Palabra de Dios.
Su
pensamiento se cimentó en Santo Tomás y en Santa Teresa, de la cual era un gran
devoto. De aquí le vino, el considerar a las relaciones económicas subordinada
a la justicia, como creía la escolástica. Además, se identificó con la tradición
italiana que identificaba la ética con la economía y que miraba y consideraba
la vida económica como un aspecto de la civilización, tradición que tenía su raíz
en el temple equilibrado del genio italiano.
Toniolo
elabora una teoría sociológica, que afirma el predominio de la ética y del espíritu
cristiano sobre las duras leyes de la economía. En sus numerosos escritos,
propone una variedad de innovaciones: el descanso dominical, el límite de las
horas de trabajo, la defensa de la pequeña propiedad y la tutela del trabajo de
las mujeres y de los jóvenes. Es un defensor de una acción más incisiva de los
católicos en campo social. Desde 1894 en adelante, se convierte en uno de los líderes
del movimiento de la “democracia cristiana”. Defiende el valor económico-social
de la religión, conciliando así fe y ciencia. Cuestiona el materialismo que
fundamenta tanto al liberalismo como al socialismo que lo refleja en su
participación en la redacción de la Encíclica social Rerum Novarum. En 1908, publica el “Tratado de economía
social”.
Se
convirtió en la cabeza de la Acción Católica en Italia, fundó la Revista
Internacional de Ciencias Sociales, la Asociación de Mujeres Católicas y las
Semanas Sociales para los trabajadores, a los cuales les dijo que se uniesen en
Cristo.
Siempre
fue un hombre activo contra el divorcio, la escuela laica y a favor de la
protección laboral de los trabajadores. En su lecho de muerte, apoyó a Agostino
Gemelli en su labor de fundación de la Universidad Católica de Milán, su sueño,
la formación de una dirigencia católica.
Muere
a los 73 años en Pisa, la tarde del 7 de octubre de 1918.
Declarado
Venerable el 14 de junio 1971, el 14 de enero 2011 ha sido promulgado por la
Congregación para las Causas de los Santos el decreto relativo a un milagro
atribuido a su intercesión, acto que concluye el proceso de beatificación.
El
milagro atribuido a la intercesión de Giusseppe Toniolo se refiere al joven
Francesco Bortolino de Pieve de Soligo, Italia, pueblo en el cual está enterrado
el próximo beato. Este hombre, ahora de 38 años, en junio del 2006, después de
una velada de fiesta se había caído desde una red de contención de una cerca
provocándose heridas que habían llevado a los médicos a considerar su condición
“desesperada”. Entorno a él se había estrechado la comunidad parroquial de S. María
de la Asunción de la Pieve de Soligo que ha pedido la intercesión de Toniolo
para la curación del joven que, después de algunos días comenzó a mejorar hasta
recuperarse por completo.
El
Santo Padre Benedicto XVI ha dispuesto que la celebración del Rito de
Beatificación tenga lugar en Roma, en la Basílica de San Pablo Extramuros, este
domingo 29 de abril 2012.
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